
Antes que nada, tengo que advertir que desde aqui en mas este blog no tendra mas acentos. Bueno, finalmente ya estoy en Moscu. Cuando traspase el control de aduanas, en el que sellaron el pasaporte (tramite en el que tuve que esperar mas de una hora, una manera de irme acostumbrando a los habitos de este pais), en ese momento senti que la aventura realmente habia comenzado. Que estaba, ahora si, yo solo frente a mi objetivo, 9000 km y 30 dias por delante. Despues de atravesar los controles correspondientes, fui a la lounge room (o sala de espera, en criollo), para encontrar algun lugar comodo en el cual dormir y pasar la noche, hasta que el tren de las siete de la manana del dia siguiente me dejara en la estacion Pavelenskaya, del centro de Moscu. Muchos rusos se encontraban en mis mismas condiciones, esperando un avion, un tren o vaya uno a saber que. Cuando por fin consegui ponerme en tres asientos duros (al estilo sovietico) y me quedaba dormido, una mujer un poco enfadada me zamarreo y me grito algo que, evidentemente, no entendi, pero si comprendi: que me moviera porque queria sentarse con su marido y su hijo. Jarasho (ok, en ruso), le dije no con mucha simpatia. Y despues intente dormirme sentado, sin exito. Di un par de vueltas por la terminal, intente buscar otro lugar, y entonces decidi esperar hasta las siete, la hora en que partia el tren.
Llegue a Pavelenskaya a las 9 de la manana. Y una de las sensaciones mas alucinantes de Rusia me la dio el metro. Definitivamente, el de Moscu es el mejor del mundo. Aunque sus vagones son bastante feos, sus estaciones y principalmente la velocidad de sus trenes (tan veloces son que un par de veces me pase de estacion), hacen que viajar en el sea una experiencia fascinante. Y por si fuera poco, es increiblemente barato: el abono de 10 viajes me costo solo 3 euros. Fantasticos son tambien los murales de Stalin y Lenin en cada estacion, tipicos de la propagandistica sovietica. En proximos posts colgare alguna que otra foto del metro.
Tengo mucho mas para contar, pero ya son las 11 y media de la noche, estoy en el albergue y las personas que estan esperando el PC me estan mirando de mala gana. Hoy fui a recoger los billetes de tren, despues de perderme por las gigantescas avenidas moscovitas, aunque no pudieron conseguirme uno de los tramos, tendre que comprarlo en Yekaterimburgo. Hasta el jueves tengo tiempo de seguir recorriendo los encantos de una ciudad que, hasta ahora, me esta fascinando. Mientras tanto, dejo algunas imagenes de estos primeros momentos...
Yo, en el Prat, antes de partir.
El alucinante metro de Moscu.
La tradicional calle Arbat, la mas turistica de la ciudad.
Yo, en la Plaza Roja. Detras, la catedral de San Basilio.
Una "matrushka", una de los tantos campesinos pobres emigrados a la gran ciudad.
Y para terminar este primer post ruso, una panoramica de la Plaza Roja, hoy por la manana...
6 comentarios:
QUE ENVIDIAAA!!
Hasta te encontraste con la tía de Robin Williams!!!
valushka
hola!!!!! enhorabuena por tu gran aventura!!!!!! te voy a seguir cada día. pásalo de puta madre ! a nosotros tb nos puedes seguir en http://losviajesdemarcosyjordi.nireblog.com
Franquito!! ... qué bueno seguirte desde aquí! ... poco a poco me empiezo a meter en estos espacios virtuales que tanto desconozco ... pero que me fascinan.
Sigo con mi envidia pero también te deseo las mejores experiencias en éste, tu viaje.
Un abrazo fuerte desde la triste y solitaria oficina de Travessera ...
Silvia
PD. Por cierto, ayer añadí un par de comentarios en otros apartados del blog ... lo dicho, me empieza a gustar este medio ... ;-)))
Por fin empezó la aventura.
Muy bueno lo de colgar videos, merece la pena (supongo que tarda lo suyo subirlos).
Descansa mucho para vivir todas las experiencias a tope... y luego contarlas claro.
Franco!!!
la abuela se llama" MATUSHKA"!!!!
VIKA
Gracias Vika!!! Me hago un lio, pero poco a poco me voy aclarando, muy pero muy poco a poco... Realmente no se que hubiera hecho de no haber empezado el cursillo contigo. Cuando vuelva te seguire contando. Paka!!!
Publicar un comentario