Un sueño hecho tren, un destino imposible, un viaje infinito... Desde el 29 de julio al 30 de agosto de 2007, mi travesía por la Rusia europea, Siberia, Mongolia y China, hasta alcanzar el punto exacto donde, dicen, comienza el mundo.
Durante este viaje que duró cinco semanas (del cual, increíblemente ya han pasado cuatro meses), escribí y escribí en mi cuaderno sensaciones, vivencias, anécdotas y pensamientos. Hice, también, montones de fotos (unas mil. Sí, mil). Producto de todo eso fueron estas dos pequeñas creaciones: la publicación de un reportaje sobre el viaje en la revista EuroDesign de Barcelona y una exposición de fotografías que estoy presentando en diferentes bares de la Ciudad Condal. En el siguiente vínculo, el reportaje:
Y aquí, algunas imágenes de la exposición de fotos en el bar Mistik del barrio de Sants, de Barcelona...
Y ahora, otro año por delante, no puedo evitar que miles de ideas se me crucen por mi cabeza para emular o superar este viaje. No tengo idea dónde iré, cómo lo haré o si lo haré. En cualquier caso, vaya donde me vaya, espero que me sigas acompañando en el próximo blog. ¡Hasta la próxima!
Ya estoy de vuelta. En la rutina, en la gran ciudad, en mi realidad, digiriendo los momentos vividos durante esos 34 intensos, agotadores e inolvidables días. Días que, aunque aún no soy consciente de ello, estoy seguro de que me marcarán para siempre. Por todo lo experimentado, por todo lo recorrido. Quise coronar este blog con un pequeño clip-resumen con las mejores fotos y momentos del viaje. Una manera de hacer un pequeño regalo a todos los que siguieron la travesía. Esto es para ustedes...
Y a pedidos de otros seguidores, también cuelgo la entrevista que me hicieron en Catalunya Radio el día en que comenzaba la aventura.
Ahora sí, Siberian Dream ha llegado a su fin. Eternas gracias a todos. Hasta siempre. Hasta otro viaje.
Y hoy, un 30 de agosto de 2007, tras 33 dias de ese lejano 28 de julio, diez mil y pico de kilometros mas adelante, tras haber vivido experiencias inolvidables, complicadas o fascinantes, tras haber conocido gente interesantisima en los confines mismos del planeta, y despues de sufrir la lluvia siberiana, el calor pekines, el viento mongol o la dureza de las literas del tren (entre muchos otros contratiempos), escribo el ultimo post de este blog.
Manana por la madrugada sale mi avion desde el Capital Airport de Beijing. Doce horas despues recalare en el aeropuerto Sheremetievo de Moscu, esperare alli cinco horas hasta volver a subirme a otro avion de Aeroflot que me dejara, finalmente, en Barcelona. Sera muy raro hacer en unas pocas horas el mismo viaje que por tierra me costo cinco semanas en llevar a cabo.
No puedo cerrar Siberian Dream sin dar mis eternos agradecimientos a todas las personas que siguieron el viaje y que me dejaron sus correspondientes mensajitos (juro que los lei todos, pero tambien juro que no tenia tiempo de responderlos, de verdad). Y mis eternos "spasibas", "ba yar laa las" y "xiexies" (las formas de decir gracias en los tres paises que visite) para todas aquellas personas que me ayudaron antes y durante el viaje. Ya sea con un consejo, con prestarme un mapa, con prestarme su casa o con darme una palabra de aliento, todo me fue util para alcanzar mi objetivo, y para cumplir mi suenio de llegar a destino. Quisiera mencionar a todas esas personas que me ayudaron, pero ellas saben quienes son. Gracias, de corazon.
Ah, me olvidaba! Todo quien en un futuro tenga pensado hacer un viaje similar y no sepa como empezar o, mejor dicho, por donde empezar, yo puedo darle algunos humildes consejos. Solo es cuestion de escribirme un e-mail.
Releyendo mis apuntes de viaje, miro con un poco de nostalgia los momentos vividos durante este mes, todo lo que aprendi, todo lo que comparti, todos los prejuicios que derribe y los temores que deje de lado. Es la primera vez que hago un viaje de estas caracteristicas, por eso se que si hay una segunda vez, no sera igual, no tendra ese extranio gustito que tiene el miedo a lo desconocido, al preguntarse "que hay mas alla", a seguir adelante a pesar de la incertidumbre. Y a disfrutar, una vez llegar, de ese cosquilleo en el estomago, de esa indescriptible e inigualable sensacion de haberlo conseguido.
Muchas gracias a todos. Hasta otro blog. Hasta otro viaje.
La ultima visita que hice en este viaje fue -hoy por la manana- a la enorme, magnifica y sorprendente Ciudad Prohibida. Patrimonio de la Humanidad, en este complejo de palacios vivieron durante 500 anios los ultimos emperadores de China, pertenecientes a las dinastias Quing y Ming. Cuando vino la revolucion, evidentemente, los emperadores fueron expulsados y se instauro la Republica Popular China, aunque las autoridades usan otras instalaciones, mas acordes a la estetica austera de un partido comunista y no tan exhuberantes como estos palacios.
Debo reconocer que mi visita estuvo condicionada por dos factores: el aplastante calor (casi 40 grados), y la interminable e insoportable marea de turistas, principalmente chinos. Ademas, no puedo negar que estoy empezando a sentir el agotamiento de tantos dias de idas y venidas, de trenes, buses, muchedumbres, dormir en el suelo o en duros colchones, y otros tantos etceteras que forman parte de un viaje de estas caracteristicas.
Para evitar las enormes colas que esperan la apertura de las boleterias, me levante a las 6 de la manana. Llegue a las 7 y 15, sin embargo ya habia gente esperando. Y a las 8 y media en punto abrieron las puertas. Cada palacio del complejo tenia diferentes funciones. En uno, por ejemplo, el emperador se cambiaba de ropa. Otro era usado para recibir a las visitas. En un palacio contiguo desfilaban las mujeres que irian a formar parte del "haren" del emperador. Ademas, cada recinto tiene nombres que me parecieron muy poeticos, como el Palacio de la Tranquilidad Terrenal, el Salon de la Pureza Acumulada, la Puerta de la Unidad Celestial o el Palacio de la Benevolente Tranquilidad. El calor y la multitud eran tal que, cuatro horas despues de entrar, solo queria irme de alli. Fui a comer a un restaurante (chino, claro) que tenia un cartel que decia "All you can eat". Y no comi lo que pude, sino lo que me permitio el terrible picante que le metian a la comida...
La Puerta de la Suprema Armonia.
Frente al Salon de la Armonia Central.
Detras de esta pareja hay dos cipreses entrelazados que, segun la leyenda, representan el amor leal y eterno. Los dos ultimos emperadores, despues de la boda, se hicieron una foto delante de estos arboles, foto que aun se conserva.
Un mendigo tocando musica tradicional con un instrumento tipico, cerca del hermoso y agradable Parque Ritai, ayer por la tarde.
El atestado metro de Beijing. Para mi sorpresa, esta muy bien ordenado y senializado, los carteles en chino y en ingles, y es muy facil encontrar la estacion deseada (todo sea por los Juegos Olimpicos).
Las fotos lo dicen todo. Hoy alcance uno de los puntos culminantes del viaje, junto con la Plaza Roja y el Lago Baikal. Y vivi uno de los momentos mas alucinantes, no solo del viaje, sino de mi vida. Es increible que este gigantesco gusano de piedra termine su recorrido cinco mil kilometros hacia el oeste. Por algo fue elegida una de las siete maravillas del mundo moderno. A traves de una excursion que partia desde mi hostel, hoy por la manana fui a Simatai, la seccion mas oriental de la muralla china, la mas alejada de Beijing y, por tanto, la menos explotada para el turismo. Ademas, es la que se encuentra a mas altura y la unica que aun conserva su piedra original, sin haber tenido ningun tipo de restauracion. Y, tambien, el tramo mas duro de todo para recorrerlo. Porque algunos de sus escalones tenian hasta inclinaciones de 70 grados. Y si a esto le sumamos el calor abrasador y la insoportable humedad, la caminata se hacia una tortura. Pero por supuesto que valio la pena. Desde una de las torres, la muralla se veia asi:
Despues quise hacerme el intrepido y me lance en un arnes colgado a una soga, para cruzar un rio que estaba a los pies de la muralla. No voy a negar que dude un poco y que justo antes de saltar me temblaban un poco las piernas, pero me tire. Habria querido filmar un video, pero tenia las manos demasiado ocupadas sosteniendome de la soga. En la foto, la empleada esta esperando a que me decida a tirarme de una vez...
En los dos dias que quedan intentare visitar la Ciudad Prohibida -si es que me levanto temprano y logro evitar la insoportable cola de turistas-, el Templo del Cielo y algun que otro de los tantos parques que rodean la ciudad. Definitivamente, Beijing merece mucho mas tiempo que cuatro dias para ser descubierta como corresponde.
Hoy se cumplen exactamente 30 dias desde que comenzo esta aventura. A veces pienso en todo lo que vivi y pase, y de a ratos siento que el viaje se me hizo largo, aunque otras veces siento que quisiera seguir un poco mas para descubrir, por ejemplo, la ciudad en la que estoy ahora. Beijing es inmenmsa, alucinante, contradictoria, a veces preciosa, a veces desagradable... Lo cierto es que tiene tanto para ofrecer que no podria descubrir todos sus misterios ni en dos semanas. Y solamente me quedan tres dias en Beijing. Hoy me levante con intenciones de ir a visitar la Ciudad Prohibida. Pero antes tenia que cambiar dolares por yuanes en el Bank of China... Tramite en el que tarde, mas o menos, hora y media. Cuando volvi para comprar la entrada la cola era tan larga que decidi dejarlo para el miercoles (espero levantarme temprano...). Me fui a recorrer una peatonal enorme y despues me perdi en un hutong, las tipicas calles angostas de Beijing. Alli encontre un negocio en el que vendian todo tipo de pinchitos de lo mas estrafalarios: langostas, caballitos de mar, insectos, larvas... Habia visto esto en un email que me enviaron una vez, y en ese momento dije "si eso es lo que se come en Beijing, habra que probarlo". Verlo en directo es diferente, pero igual tome coraje y le pedi al vendedor que me diera un caballito de mar. Asi era el aspecto de los pinchitos que estaba dispuesto a comer. Hasta que paso lo que sucede en el video que esta debajo...
Si! Los bichos se movian! Estaban vivos! Despues de eso ni siquiera se me paso por la cabeza intentarlo. Se me fue el hambre para el resto del dia... Finalmente decidi ir a visitar alguno de los famosos y cuidados parques de la ciudad. Entre en el Beihai Park, y estas son algunas imagenes...
Al lado de esta estructura, el relajante ruido del agua que corria.
Una bailarina en potencia haciendo piruetas frente al fotografo, en el Parque Beihai.
Descansando de tan larga caminata y de tanta humedad, tambien en el precioso parque Beihai.
En que estara pensando esta chica?
Y mientras escucho los carrasposos escupitajos del hombre que se sientan detras mio en este humedo locutorio pekines, vuelvo al hotel para acostarme lo mas temprano que pueda, ya que manana tengo que madrugar para ir a visitar uno de los puntos mas importantes de todo este viaje: la Gran Muralla China.
Si... y un domingo 26 de agosto llegue a China. Despues de tantos kilometros recorridos, tantos trenes, tanta gente conocida, tantas historias vividas, tantas cosas por contar, tantas anecdotas... por fin estoy aqui. Me siento feliz de haber alcanzado la meta propuesta. Y quizas, cuando vayan pasando los dias de esta, mi ultima semana de viaje, tambien sienta un poquito de nostalgia por estos treinta y pico de dias que se me pasaron increiblemente rapido, y que no volveran nunca mas. Beijing se presento ante mi humedo y lluvioso. El tan temido viaje en bus, finalmente, no fue tan patetico como esperaba. Viaje en un tipo de bus que nunca habia visto en mi vida, con camas y no con asientos reclinables. En el tren de Ulan Bator hasta la frontera china me hice amigo de John, un australiano que se la paso bebiendo vodka en el tren (y que, he de admitirlo, me convido un poco y brindamos mas de una vez). Despues de Beijing John se iba para Corea y luego a su pais. Tras cinco largas horas de espera del lado mongol y despues de completar no se cuantos formularios, por fin cruzamos la frontera chino-mongola. Este el momento exacto en el que atravesamos "la linea"...
Despues, cuatro horas de espera en la terminal de buses del fronterizo pueblo de Erlian. Catorce horas mas tarde, me despierta el grito del chofer. Estabamos en Beijing. Encontrar el hotel fue bastante dificil. Con John decidimos buscar el metro, pero nadie entendia nuestras preguntas. Nos guiamos con el mapa, pero nos perdimos. Caminamos y caminamos, la humedad era implacable y nuestras mochilas pesaban cada vez mas. Entonces decidimos tomar un taxi. Cuando por fin logramos que el tercer taxista nos entendiera algo, nos subimos. Es muy facil conseguir taxis en Beijing, lo dificil (lo imposible) es que el chofer entienda lo que uno intenta decirle. Y al no entender, se van. Llegamos al sitio indicado, me despedi de John y fui en busca de mi hostel. Lo encontre despues de una hora de perderme entre minusculas callejuelas, llamadas hutong, tipicamente pekinesas. Estaba agotadisimo, queria ducharme y dormir un poco. Sin embargo me dijeron que no podia entrar ahora al hotel, el check-in era a las 12 del mediodia... y yo llegue a las 7 de la manana. No tuve mas alternativa que deambular por la ciudad cinco horas, justo cuando habia empezado el diluvio. Aproveche y me dirigi a la famosa y enorme Plaza Tiananmen, el centro geografico y politico del gigante asiatico y, segun la cosmovision maoista, el centro simbolico del universo chino...
Despues de una ducha, una comida y una siesta reponedoras, fui a caminar nuevamente por la plaza. Alli dos chicos chinos me pararon, ansiosos por hablar con un extranjero, y me empezaron a preguntar cosas: que de donde era, que hacia, sobre mi viaje, etc.Despues me invitaron a una Casa de Te para experimentar la maravillosa ceremonia del te. Entramos a una habitacion cerrada y muy bien decorada. Una "maestra de ceremonias" nos hizo probar seis tes diferentes, uno mas rico que el otro, y cada uno con sus propiedades y distintas formas de beberlo. Aunque me salio bastante caro, fue una experiencia alucinante, que jamas olvidare en mi vida. Los chicos se llaman Tom y Lucy (sus nombres "ingleses": esta de moda que los jovenes tengan un nombre occidental), son novios y viven en Wuhan, al sur del pais. Antes de despedirnos, nos intercambiamos los e-mails, me regalaron una caja de te y me desearon unas inolvidables vacaciones en Beijing. Estos son Tom y Lucy. O Xu Bao y Guo Wei, en chino.
Y mas imagenes de este primer dia en China...
Existe una costumbre muy "china" que es la de escupir. Y escupir donde sea, tanto hombres como mujeres. En vista de los proximos Juegos Olimpicos, el gobierno esta intentando erradicar como sea esta practica. Aunque por lo que he visto, no esta teniendo muy buenos resultados.
Una enorme y transitada avenida de Beijing, apenas llegar. Parece que fuera un lunes a las 6 de la tarde, pero no, es domingo a las 6 de la manana. No me quiero imaginar como sera esta misma avenida en las horas criticas...
En el Parque Zhongshan, muy cerca de la Ciudad Prohibida. Las hordas de turistas lo invadian todo, mas que nada chinos provenientes de otras provincias que visitaban la capital. Espero que manana lunes haya menos gente, que es cuando quiero ir a visitarla.
En la Plaza Tiananmen, despues del diluvio que cayo sobre la ciudad, esta manana. En la ciudad ya se respira algo de "espiritu olimpico". Frente a la plaza hay un reloj que cuenta los dias que falta para que comiencen los juegos: 348 dias, 2 horas, 43 minutos y 23 segundos.
Mientras tanto, me quedan aun cuatro dias para descubrir esta inmensa y alucinante ciudad: la capital del imperio asiatico, o "la fabrica del mundo". Estoy casi seguro de que el 90% de las cosas que llevo en la mochila fueron hechas en este pais. El paraguas, las zapatillas, la mochila misma, incluso la guia Lonely Planet fue impresa en China. He visto, si, signos de ese progreso por las calles de Beijing, aunque tambien vi bastante gente mendigando: la China que esta al margen de ese crecimiento y de la euforia por unas Olimpiadas que estan cada vez mas cerca. Me despido de este primer post chino con un saludo que me ensenio Lucy: "min tian chian!" (o sea... hasta manana!).
Hoy a las ocho de la noche sale mi tren con destino a la frontera entre Mongolia y China. Seran unas 15 horas en tren. Pero lo peor no es eso, porque en la frontera tendre que esperar... 13 horas! para pasar al lado chino. Tanta espera se debe en parte a la burocracia china, a la burocracia mongola y, ademas, a que los trabajadores de los ferrocarriles tienen que cambiar el ancho de las vias, ya que en China son mas estrechas que en el resto del mundo. Incluso levantan los vagones con maquinas para ponerlos en los nuevos rieles. Despues de pasar la linea, llego a un perdido pueblecito de frontera, en medio del desierto de Gobi, llamado Erlian. Y ahi tendre que conseguir un bus que me lleve a la capital china, 850 km y varias horas despues. Seran unos dos dias de viaje. Por tanto, durante ese tiempo evidentemente no actualizare el blog. Mi proxima conexion sera ya en territorio chino, en el gigante imperio asiatico. Zaijian! (hasta luego, en chino).
Dicen que en Mongolia llueve muy pero muy poco. Solamente unos 7 u 8 dias al anio. Y justo a mi me viene a tocar uno de esos dias, justo cuando se me ocurre ir a visitar la inacabable estepa. Ayer por la manana partimos a pasar una noche hacia el campo mongol con cuatro chicos que se hospedan en mi hostel: Christ, aleman; Dean, malayo; y Emy y Lily, norteamericanas. Y por las cosas que vivi en esas treinta y pico de horas, fue una de las experiencias mas locas de las que vivi hasta ahora en el viaje. Paso a relatarlas brevemente...
Ayer miercoles las nubes amenazaron todo el dia con venirse abajo, pero finalmente no cayo una gota. Fuimos a la estacion a tomar el tren que nos dejaria en un desolado pueblecito llamado Mandal, a 150 km de Ulan Bator. Llegamos dos horas despues, aburridos de ver tanta estepa por la ventana. A la estacion nos vino a buscar Mongolo, el chico que vivia en el campamento y que nos llevaria a nuestros gers (asi se llaman las tiendas en las que viven los nomades). Subimos a una carreta tirada por un viejo y cansado toro. Una hora mas tarde, tras pasar por cuestas, charcos y tras ver montones de caballos salvajes, llegamos a la cabania en la que vivia Mongolo con su familia. Apenas llegar, el anfitrion fue a una casillita a buscar un cordero e, inmediatamente, desenfundo un cuchillo. Si, lo iba a matar in situ y nos lo ibamos a comer ahi mismo. De ese momento registre una pequenia grabacion. Fue una experiencia increible para mi, porque jamas habia visto como mataban a un animal.
ATENCION!! Advierto a las personas impresionables o sensibles que no vean este video. Lo cuelgo simplemente porque quiero mostrar con la mayor autenticidad posible como es la vida cotidiana de esta gente. Esta es la unica manera que tienen de subsistir. El que no este de acuerdo con este tipo de practicas, que no mire el video. La advertencia esta hecha...
Despues de matarlo, y con la ayuda de su hermano pequenio y su madre, lo descuartizaron y le quitaron la piel cual si fuera un abrigo. Mientras tanto, otro integrante de la familia preparaba el fuego para cocinarlo. El intestino lo limpiaron y guardaron, segun entendi lo usaban para hacer cuerdas (quizas para las monturas de los caballos). Despues de ese almuerzo nada convencional, volvimos a la carreta. Ibamos a los gers en los que pasariamos la noche. Tras media hora, llegamos, aun mas lejos de toda civilizacion. La tarde fue bastante aburrida. Yo aproveche para subir a una montania que estaba por ahi cerca. Por la noche comimos y probamos una bebida alcohilica tipicamente mongola que me resulto rarisima, por el sabor parecia algo asi como "licor de queso". La intensa lluvia que golpeaba la tela del ger me desperto a la manana siguiente. A pesar del mal tiempo, igualmente fuimos a hacer una hora de la cabalgata planificada (y que habiamos pagado). Fuimos al corral. Habia un caballo negro, una de las mujeres dijo "quien se sube a este?", y despues advirtio "cuidado, porque es bastante rapido y peligroso". Yo solamente dos veces en mi vida me habia subido a un caballo. Sin embargo dije "yo me animo". Y me subi... Apenas montar, el caballo salio desbocado hacia las cercas. Estaba descontrolado. Para colmo solte la soga sin querer. Nada lo detenia, corria sin freno hacia no se donde. Yo gritaba "stop it, stop it!". De repente pasa por unas ramas que me dan de lleno en la cara, yo me agarraba como podia de la montura. Pensaba dos alternativas: o aguantar hasta que alguien viniera a pararlo, o me tiraba del caballo y saltaba al barro. Pero si elegia esta ultima posibilidad podria haber terminado como Christopher Reeves, el de Superman. Entonces decidi aguantar como fuera. El caballo estaba enloquecido, no paraba de correr. Hasta que por fin volvio al corral el solito y Mongolo le hizo senias para que frenara. Y por fin freno'... Uffff... A causa de esos diez minutos que me parecieron mil horas, ahora me duele absolutamente todo el cuerpo. Y todo por hacerme el valiente y querer emular al Llanero Solitario...
Tras esta peligrosa carrera, y yo tratando de caminar como sea, volvimos a la estacion de tren y, despues, a Ulan Bator. Llegue al hostel y me di una ducha reponedora. Me costo bastante sacarme el barro de la cara. Aliviar el dolor de las piernas, creo, me costara algunos dias mas. Estas son algunas imagenes de lo que acabo de narrar...
Media hora despues de que Mongolo matara al cordero, nos lo estabamos engulliendo. A mi me toco comer parte del higado, incluso yo mismo me lo tuve que asar en ese pequenio fuego que se ve en la imagen. Estaba bastante bueno.
El ger donde nos toco dormir a Christ, a Dean y a mi. No era del todo autentica, porque tenia electricidad y suelo de cemento, pero igual lo disfrute. Incluso el colchon era mas blando que el del hostel de Ulan Bator.
Por la tarde estaba muy aburrido y decidi ir a escalar una montania que se encontraba por ahi cerca. Despues de dos horas de subir y subir, alcance la cima. Alli me encontre con esta especie de monumento que los nomades construyen a su paso. Van dejando ramas, piedras, calaveras de caballo, trozos de tela e incluso elementos de valor. Lo hacen para dejar una senial para los futuros nomades que pasen por alli y, ademas, para invocar a ciertos dioses animistas.
Los dos chicos mongoles que vivian en la cabania, cercana a los gers donde pasamos la noche. Era increible el dominio que tenian del caballo. No es para menos, aprenden a andar a caballo casi antes que a caminar. Y yo, mientras tanto, estoy destrozado por cabalgar solo unos minutos...
Esperando el tren que me dejaria de vuelta en Ulan Bator. Detras, la desolada estepa. El fuerte viento y la lluvia dificulto nuestro regreso desde el campamento hasta la estacion. Volvimos en la parte trasera de una desvencijada camioneta. Y mientras llovia a cantaros y nos empapabamos, la camioneta pasaba a toda velocidad por un nefasto camino de tierra. No quiero ni imaginarme como debe ser ese panorama en invierno, cuando el termometro alcanza los 40 grados bajo cero.
Pero el viaje sigue. Manana parto hacia China. Hacia la frontera, hacia la burocracia de las aduanas, hacia las nosecuantas horas de bus. Y hacia la ultima etapa de esta aventura.
Hoy, mi segundo dia en Ulan Bator, menosprecie bastante el durisimo sol mongol. Fui a recorrer otros lugares interesantes de la ciudad, y estoy hecho un carbon; me arde el cuello como si me apoyaran un hierro caliente. Por la manana fui a la Oficina Internacional de Trenes a comprar mi billete para Beijing. En su rudimentario ingles la empleada me dijo que ni por casualidad conseguiria un tren para la fecha que le pedi (24 de agosto, el proximo viernes). El unico tren disponible salia... el 15 de septiembre. Y mi avion de vuelta sale de Beijing el 31 de agosto!! Si o si tenia que encontrar una solucion, sino me iba a quedar quien sabe hasta cuando en Mongolia o en China. Podria viajar en avion, aunque seguramente tambien tendria el mismo problema de no encontrar lugar y, ademas, seria mucho mas caro. Viajar en bus podria llegar a ser una tortura. Entonces la empleada me propuso una alternativa: tomarme un tren hasta la frontera entre Mongolia y China, y de ahi encontrar un bus que me lleve hasta Beijing (842 km y 16 horas en bus). Si elegia esa posibilidad no podria cumplir mi deseo de hacer todo el recorrido del Transmongoliano en tren... Estuve un rato largo pensando que hacer en esa oficina. Miraba mi calendario, el dinero que me queda, consultaba mi guia... Y finalmente elegi esa opcion: viajar en tren a la frontera y despues el bus. No se si sera lo mejor, pero tengo que estar como sea en Beijing antes del 31 de agosto, o si no pierdo el avion, asi de simple. A ver que nuevas aventuras me esperan en esa misteriosa frontera, y en ese pueblecito chino llamado Erlian (en donde tengo que tomarme el bus). A ver como me hare entender con los chinos, donde cambiar togrogs (la moneda mongola) por yuanes (la moneda china). Y como sera el viaje en bus...
Mientras tanto, manana parto con otros mochileros a pasar una noche con los nomades en sus tiendas de la estepa, en una excursion organizada por el hostel en el que estoy parando. Por eso me temo que sera algo no del todo autentico, sino mas preparado para el turismo. Me hubiera gustado una experiencia mas salvaje y agreste, pero no tengo tiempo, el tren hacia la frontera sale el viernes. Eso pasa por improvisar. Pero no tengo que olvidar que mi objetivo final es, ni mas ni menos, llegar. Ahora me voy a poner alguna crema para las quemaduras. Hasta pronto!
Despues de la aventura vivida para llegar (ver el post anterior), ahora si puedo decir que ya empezo la segunda etapa de este viaje: Mongolia. Una tierra radicalmente diferente a todas las que vi en las tres semanas anteriores. Con solo 3 millones de habitantes, es uno de los paises menos densamente poblados del planeta. Hay muy pocas ciudades, solo una linea ferroviaria y muy pocos caminos asfaltados. Basicamente, porque la mitad de la poblacion aun sigue siendo nomade, y vive en tiendas que construyen en dos horas y mueven de acuerdo al clima y a la disponibilidad de pastos para su ganado. El clima es tan continental que, al sol, uno puede quemarse en pocos segundos. Y a la sombra hace bastante frio. La gente tambien es muy diferente: los mongoles sonrien mucho mas que los rusos, quizas sea por la influencia budista, que se percibe en muchos lugares. Ulan Bator tiene muy pocos atractivos. El verdadero encanto del pais esta en la estepa, en el campo. Posiblemente es lo que vaya a visitar manana. Ahora voy a ver si consigo el ticket de tren que me lleve a Beijing, el destino de llegada, y el que decidira cuanto tiempo tendre que quedarme en "el pais del cielo azul".
Un video en el que muestro la plaza Suukbatar, en el centro geografico de la ciudad y el centro politico del pais.
Un nuevo turista en Ulan Bator. Desde que lleguehoy por la manana, vi mas turistas de los que me esperaba.
La plaza Suukbatar, Ulan Bator.
Comprando el diario frente a la Enkh Taivny Oorgoon Chooloo... O mas facil, frente a la Avenida de la Paz (si el ruso era dificil, el mongol es imposible...).
El viaje en tren Irkutsk-Ulan Bator fue, hasta ahora, lo mas surrealista que me paso en el viaje. Tuve que viajar en un vagon lleno de contrabandistas mongoles. Mientras todos a los turistas que iban a Mongolia les toco viajar en los primeros vagones, a mi me toco en uno de los ultimos, con los mongoles. Y eran todos contrabandistas de baratijas. En mi compartimiento habia una familia (que tambien ocupaba otras camas en otros compartimientos), con montones de cajas llenas de no se que cosas. Hasta aqui todo bien. En la cama justo frente mio dormia Batir, un mongol de 40 anios, con dos hijos y que trabajaba en Ucrania. Iba a ver a su familia y a "pasar" algunas cosas por la frontera. Yo en la frontera me imaginaba lo peor... Y todos me hablaban en mongol, ni siquiera en ruso. En el pasillo todos los que viajaban en ese vagon pasaban y me miraban como a un bicho raro, iban y venian con cajas y cajas y cajas (la verdad no se donde las metian, porque en los vagones el espacio es muy reducido). Yo mientras tanto leia, comia mi chocolate, intentaba dormir (aunque, esta vez, la cama era terriblemente dura), y estaba un poco nervioso por lo que llegaria a pasar al encontrarnos con los poco amistosos oficiales de aduana rusos ya que, ademas, habia olvidado de completar unos papeles al entrar al pais. Despues de un par de horas de viaje, llegamos a Naushki, el desangelado pueblecito de frontera. Y las horas de espera se hicieron interminables. Entregar el pasaporte, llenar papeles, los empleados revisando el tren, una oficiala grandota observando como varias veces si cara y foto de pasaporte coincidian, otra con una linterna que revisaba recovecos del vagon (la mercaderia de contrabando la guardaban en bolsos que parecian equipaje y, extranamente, la oficiala no pidio de abrirlos), etc. Despues de cinco horas, el tren arranco. Pero lo mejor vino despues, porque una vez el tren atraveso el lado mongol, a las 12 de la noche, todo fue un caos: las provonidtsas, o azafatas de vagon (que aparentemente eran complices de los contrabandistas) empezaron a meter montones de pares de zapatos en mi compartimiento. Batir me decia a cada rato "no problem, bienvenido"... En la puerta del vagon, montones de mujeres desde el anden queriendo vender cosas y baratijas, pegando gritos, el tren arrancaba, otros pasajeros se acercaban a comprar y soltaban billetes y billetes. El tren aceleraba. Gritos y mas gritos. Yo sali a mirar a ver que pasaba. Unos compraban, otros sacaban cajas, pagaban, gritaban... Hasta que vino la provonidtsa y cerro la puerta. El tren arranco definitivamente camino a Ulan Bator. Sin embargo, arriba del tren habia oficiales mongoles revisando, y todo el mundo se apresuraba en esconder como podian la mercaderia que habian subido del lado mongol. Otra vez, todo el mundo de aqui para alla. Incluso Batir y su familia me pidio de meter pares de zapatos abajo de mi cama y donde tenia mis mochilas. Vinieron los oficiales mongoles, asomaron la cabeza al compartimiento, y Batir y su familia pusieron la mejor cara de inocentes, como si nada pasara. Despues de los tramites de rigor, me dormi. Desperte justo antes de llegar a Ulan Bator, la capital mongola. Y cuando desperte, vi aun mas zapatos por todos lados. Tantos, que tuve que salir saltando para llegar al banio...
Llegamos a Ulan Bator y salude a Batir y su familia. Me dio un fuerte apreton de manos y antes de irme volvio a decirme "Bienvenido a Mongolia".
El tren 006, el Transmongoliano, a punto de partir. Salia a las 5 de la manana y casi me quedo dormido. Por suerte unas holandesas que estaban en mi hostel viajaban en el mismo tren y me despertaron a tiempo. Fuimos a la estacion en el mismo taxi.
La provonidtsa (la azafata del vagon) esperando a los oficiales de aduana, en el lado ruso de la frontera. En total, tuvimos que esperar OCHO horas en pasar la frontera... Resquicios de burocracia socialista, quizas.
Batir, mi companero de compartimiento. Un "comerciante" (y las comillas muuuy grandes), que llevaba decenas de pares de zapatos bajo su cama, intentaba hablar conmigo con las pocas palabras en ingles que sabia y algo en ruso, pero sabia decir algunas palabras en espanol: "bienvenidos", "corridas" o "Julio Iglesias".
Por cuestiones de tiempo, lamentablemente no pude bajar en la muy recomendable ciudad de Ulan Ude, una de las paradas que me habia propuesto antes de empezar el viaje. Tanto guias de viaje como viajeros mismos me dijeron que es una ciudad muy interesante para visitar un par de dias. Una ciudad en la que, por primera vez desde que se sube al Transiberiano, uno se siente realmente en Asia. Es la capital de la Republica Buriata, la comunidad indigena mas grande de toda Rusia, un pueblo milenario que comparte costumbre y sangre con el pueblo que esta del otro lado de la frontera, el mongol. Ulan Ude cuenta con el extrano orgullo de tener la cabeza de Lenin mas grande del mundo. Elvira, de Krasnoyarsk, me conto que cuando los jovenes se encuentran en la plaza quedan "en la oreja derecha" o la "oreja izquierda" de Lenin. Como no baje, no tengo fotos de la cabezota... solo algunas de la estacion.
Esto significa Ulan Ude, en cirilico...
Esperando que el tren vuelva a arrancar, camino a Mongolia.
Poco a poco me voy despidiendo de Rusia, luego de tres intensas semanas en las que vivi muchas experiencias, recorri miles de kilometros, descubri mucha gente interesante, muchas fascinantes formas de vida. Si todo va bien en la conflictiva frontera ruso-mongola, maniana empezare la segunda etapa de este viaje: mi periplo mongol. El tren sale maniana muy temprano, y llega 25 horas despues a Ulan Bator. Ahi intentare cambiar moneda (de rublos a togrogs, la moneda mongola), e intentar descifrar los carteles en mongol para encontrar el hostel que reserve. Otra aventura mas. Sin embargo, siento que estoy mucho mas "curtido" que los primeros dias, cuando era un inocente y temeroso viajero, cuidandose a cada paso de posibles atracos, policias corruptos y demas amenazas. No se que disponibilidad tendre para conectarme en Mongolia, asi que anticipo que estare unos dias sin actualizar el blog. Hasta Mongolia, pues!
Mientras tanto, dejo un pequenio recital que ofrecia una familia siberiana en el Museo de Arquitectura en Madera, muy cerca del lago Baikal...
Ayer fui a una excursion que organizaba el hostel donde estoy parando ahora hacia el pequenio pueblecito de Litsvianka, a 70 km de donde estoy ahora, la ciudad siberiana de Irkutsk. Un lugar muy pero muy tranquilo, bastante turistico, con pocos habitantes... al lado del impresionante lago Baikal. Es un lago que, de tan grande, no puede verse la otra orilla. Y es tan profundo que lo llaman el quinto oceano (su punto mas profundo alcanza 1.5 km!). Por eso la gente del lugar lo llama, y con razon, el quinto oceano del planeta. Los que me acompaniaba en el tour se volvio a Irkutsk, pero yo decidi quedarme a pasar la noche ahi, a contagiarme de la magia y la energia del lago. Y fue, hasta ahora, una de las mejores cosas que me pasaron en el viaje. Es increible la paz y la fuerza de tanta naturaleza, el ruido de las olas, el suave pasar del viento, el canto de las gaviotas... Comi omul, el pescado ahumado tipico del lago, estaba bueno pero no tanto como me contaron. Incluso viaje en barco una hora por el lago, hasta llegar a otro pequenio poblado llamado Port Baikal...
Y con mis companieros de tour, ayer por la tarde...
Despues me fui a perder entre el frondoso bosque de las montanias que costean el lago. Y encontre un acantilado espectacular, en el que me quede un par de horas, solamente admirando el paisaje, meditando, no pensando en nada, solo conviviendo en paz con la naturaleza... Es como que despues de eso uno se olvida del mundo y, paradojicamente, mas parte del mundo se siente. Creo que siempre mantendre en mi retina las imagenes que he visto hoy. Y que voy a extraniar un poco al lago Baikal.
Despues de tanta paz, volvi a Irkutsk. En el hostel en el que me encuentro, por fin, he visto extranjeros desde que sali de Moscu, hace casi ya tres semanas. Holandeses, italianos, estadounidenses, brasileros, y los rusos del hostel, claro. Y el domingo, bien temprano, sale mi tren para mi sexto destino, y la segunda gran etapa de esta travesia: Ulan Bator, la capital mongola.
Y finalmente, unas imagenes de estos dias...
Mirando el paisaje. Y al que saca la foto...
Suiza? No, Lago Baikal.
Hacia cualquier lado donde se mire, el paisaje no deja de sorprender.
Hoy, por primera vez desde que sali de Moscu (osea hace casi quince dias) pude hablar espaniol con alguien. Es una sensacion extrania, porque de repente te dan mas ganas de hablar y hablar, tanto tiempo hablando ingles y chapurreando ruso... Me encontre con unos chicos de Alicante y Baleares que hacen mi mismo recorrido, aunque con unos dias de retraso. Fuimos a comer unas pizzas a un restaurante que esta abierto las 24 horas. Ademas, son los primeros extranjeros que me encuentro desde que sali de Moscu, todo el tiempo estuve rodeado de rusos y mas rusos. Maniana, seguramente, voy a visitar el Lago Baikal e intentare pasar una noche alli. Aun no tengo ni idea donde pasar la noche, si en un hotel, si en un albergue, si en la playa... Pero bueno, tengo 100 km de camino para pensarlo. Do svidanya!
Despues de pelearme un buen rato con esta maldita conexion, ahora puedo colgar algunas imagenes de lo que acabo de contar. Ahora me encuentro en Irkutsk, intentando decidir que hacer el resto de los dias. Seguramente no pasare por mi proximo destino, la cercana y atractiva ciudad de Ulan Ude, porque no tendre mucho mas tiempo. Asi que maniana tendre que ir a comprar los billetes de tren para Ulan Bator, la capital mongola. Voy a ver de que manera decirle en ruso al hombre que vende los billetes en la estacion "uno para Ulan Bator, ida...". Tambien tengo que averiguar de que manera hacer alguna excursion al lago Baikal. Mientras tanto, Irkutst amanecio soleado, con un clima muy agradable, y se nota que es una ciudad que esta, mas que nada, adaptada al turismo y no a la industria. Odio este tipo de comparaciones, pero he leido por ahi que la llaman "la Paris de Siberia". Si tuviera canales seria "la Venecia de Siberia" y si tuviera un reloj muy parecido al Big Ben seria "la Londres de Siberia". Igualmente, es una ciudad muy agradable, no muy ruidosa y menos congestionada que las otras ciudades rusas que visite. Cuando pueda, colgare algunas fotos de Irkutsk. Ahora, las imagenes de Krasnoyarsk...
Una maravillosa vista de uno de los poblados que rodea al parque nacional Stolby. Por su forma, a este valle lo llaman "el sofa".
Elvira, la chica de Krasnoyarsk que me llevo a recorrer muchos lugares interesantes de la ciudad. Detras, el puente que une la zona centrica de la isla que los lugarenios llaman "la isla de los deportes", por encontrarse alli muchas instalaciones deportivas.
Detras mio, el mismo parque nacional y un pequenio poblado. Denis me explico que en realidad no era un poblado, sino un campo de verano para ninios construido por Stalin, para "educarlos" a la manera sovietica, incluso en sus vacaciones de verano.
Denis, el chico que me hospedo en Krasnoyarsk, en la punta de una de las colinas que trepamos. Detras, el maravilloso paisaje del parque nacional Stolby.
No podia faltar tampoco en Krasnoyarsk. La estatua de Lenin, frente a un edificio publico.
"Los cinco colores nos ciegan la vista / los cinco sonidos nos cierran el oído /
los cinco sabores aletargan el gusto. / Apresurarse, ambicionar, cazar / lleva al hombre a la locura, / querer ser rico / lleva al hombre a esclavizarse. / Pero el alma sabia / desprecia lo que ve con sus sentidos, / mira con el ojo interior / y sólo lo que percibe con éste lo retiene."
Tao Te King