
"¿No te da miedo?", "¿No será peligroso?", "¿Cómo vas a hacer con el idioma?", "¿Y si te roban?", "¿Y si te pasa algo?", "¿No te da pena ir solo?", "¿Estás loco?"...
Desde que decidí hacer este viaje (loco, por cierto), constantemente tengo que ponerme el cassette para responder a estas preguntas, las mismas durante semanas. Sí, da un poco de miedo hacer un viaje así (el inevitable miedo a lo desconocido). Sí, puede ser peligroso (tanto como si ahora cruzo a comprar un kilo de pan y me atropella una camioneta). Sí, la comunicación será complicada (pero con voluntad y señas todo se consigue). Sí, los robos pueden ser un problema (pero si tomo las precauciones adecuadas y me informo lo suficiente las posibilidades de que sucedan se reducen muchísimo). Sí, puede pasarme algo (y si es algo bueno... ¡mejor!). No, no me da pena ir solo (¡todo lo contrario!). Y sí, estoy totalmente loco.
La respuesta de por-qué-el-Transiberiano puede ser evidente para algunos: aventura, descubrimiento, conocer otras culturas, abrir la mente, etcétera, etcétera... Una posible respuesta "concreta" la encontré hace unos días navegando por una página web informativa sobre el tren, redactada por unos jóvenes rusos fanáticos de lo que llaman "la columna vertebral de Rusia". Se trata de LAS OCHO RAZONES PARA HACER EL TRANSIBERIANO:
1. Es el tren más largo e importante del planeta. Un viaje que habría que hacer, al menos, una vez en la vida.
2. Un viaje que atraviesa el país más grande del mundo de punta a punta, y luego continúa hacia Mongolia y China. Uno puede hacerse una idea cierta de lo que son estos tres países y de cómo es su gente solamente después de haber viajado.
3. El viajero se dará cuenta, REALMENTE, qué es Siberia. Comprobará si es cierto que caminan osos por la calle, o si esta lleno de borrachos luciendo gorros polares y empuñando un rifle. Actualmente, los siberianos son el pueblo más cálido y hospitalario que pueda uno encontrarse y la naturaleza siberiana es tan virgen como en ninguna otra parte del mundo.
4. El lago Baikal, destino que por sí sólo justifica hacer un viaje así. Se trata del más largo y profundo lago de agua dulce del mundo. De hecho, allí se encuentra el 20% de toda el agua potable del planeta. Un maravilloso entorno natural... y no tan frío como dicen.
5. Se puede conocer un montón de gente y hacer amigos inolvidables durante el viaje.
6. Es una oportunidad ideal para relajarse y reflexionar. El viajero suele tener mucho tiempo para pensar...
7. Y para quien no quiere pensar tanto, puede aceptar la invitación de beber vodka con los rusos que constantemente invitan a los viajeros... y vivir la "vodka party" más larga de sus vidas.
8. Y, finalmente, el Transiberiano es una conveniente y económica manera (en comparación a viajar en avión) para crear un puente imaginario entre dos mundos tan diferentes como Europa y Asia.
Podría seguir enumerando motivos para hacer este viaje, pero eso implicaría casi abrir otro blog. Además, sólo me quedan tres días para partir, aún tengo la mochila sin preparar, cosas por comprar, llamadas por hacer... y dar vuelta el cassette. En el lado B, seguramente, tendré muchas más respuestas.
3 comentarios:
BUEN VIAJEEEEEE
he encontrado el blog en la pagina de altair y solo de copiar la direccion ya me he emocionado!!!
me gustaría viajar a muchos sitios, pero el transiberiano es algo q tengo q hacer... me encantan los trenes, y este en concreto me emociona y me atrae con locura desde q era pequeña... creo q voy a disfrutar muchísimo tu experiencia! gracias por compartirla.
Hola. gracias a ti! Que pena que no has dejado tu mail ni tu nombre para saber a quién agradezco. Espero que te haya gustado la peripecia y que lo hagas alguna vez en tu vida. Un abrazo!!!
Publicar un comentario